Nombre de la fiesta:

Janucá – Januká – Hanukkah (Inauguración – Dedicación)

La fiesta de las Luces

La fiesta de la Dedicación

Fecha de Celebración:

25 de Kislev  (calendario Hebreo)

Versículos bíblicos de la Toráh y Tanak:

No hay referencia específica, más la parte histórica se puede encontrar en los Libros apócrifos de Los Macabeos 1 y 2

Versículos bíblicos del Brit Hadasha

Yohanán (Juan)10:22-30

Objetivo principal de la fiesta:

Conmemorar la victoria histórica del pueblo Judío sobre el imperio Greco-Sirio y el milagro del aceite en el templo de Jerusalén  en el siglo 2 AEC, La recuperación de Israel a manos de los Macabeos y la posterior purificación del Templo de Jerusalén de los iconos paganos griegos, del que se recuerda el milagro del candelabro, que ardió durante ocho días consecutivos con una poco cantidad de aceite. Así es como esta fiesta se volvió un milagro para Israel.

 Resumen de los principales aspectos:

La festividad de Janucá, comienza con la conquista de Alejandro Magno, en el año 332 a. C.; Cuando se corona como rey de Siria a Antíoco IV Epífanes el cual decide prohibirle a los judíos seguir sus tradiciones y costumbres. Un grupo de judíos conocido como los Macabeos conformado por: Matitiahu  Hacohen YPF sus cinco hijos Shimón, Yojanán, Yehudá, Yonathán y Eleazar provenientes de la zona de Modi’ín, comenzaron a rebelarse contra los soldados griegos, negándose a realizar actos que iban en contra de la palabra de Dios, tuvieron una lucha difícil, y eran una minoría contra el ejército griego; sin embargo su estrategia, decisión y fe los condujeron al milagro de Janucá

Los judíos volvieron a entrar al Templo después de tres años de ausencia y restablecieron inmediatamente el servicio religioso, pero, para su pesar, no pudieron prender la Menorá (candelabro) que había en el Templo, quedando impedidos de realizar, así, el servicio completo. Esto se debió a que no había aceite Kasher apto para prender la Menorá. Al buscar en el Templo, encontraron una pequeña jarra que había sido milagrosamente conservada. Esta sólo contenía suficiente aceite como para arder un día y, sin embargo, el aceite ardió milagrosamente ocho días. Durante esos ocho días, los judíos fabricaron más aceite Kasher que utilizarían una vez que se terminara el de la jarra.

La luz es uno de los símbolos representativos de la Torá. El hecho de que el aceite haya estado ardiendo ocho días representa una victoria de la Torá sobre la cultura griega. No olvidemos que los griegos querían desarraigar nuestra Torá.

Muchos judíos aceptaron gratamente las exigencias de los griegos, abandonando su fe y adoptando los cultos de ellos. La mayoría de los judíos se “helenizó”, es decir, renegó de todos los principios del judaísmo. Para ser aceptados por los griegos, los judíos tenían que participar de la idolatría, comer cerdo, violar el Shabat, hacer deportes desnudos y celebrar fiestas paganas.

Aquellos que permanecieron fieles a los preceptos del judaísmo fueron perseguidos sin misericordia por los propios judíos helenizados. Los griegos no permitían a los judíos practicar sus costumbres como lo era el estudiar Torá, respetar el Shabat y hacer Brit Mila.

Viendo esta triste situación, un pequeño grupo de líderes religiosos organizó una rebelión. A su cabeza iba Yehudá Ha Maccabí, y es por ello que los historiadores les dieron posteriormente el nombre de “Macabeos”.

El significado de la palabra Macabeo, en Hebreo MACABI es “no hay nadie tan grande como Tú, Dios” porque la palabra está formada por las siglas “Mi Camoja Baelim Adonay”. También Macabeo deriva del arameo maqqaba, “el martillo”, en reconocimiento de su ferocidad en el combate.